PUERTO MEXICO
Luis Chávez Fócil.
Abre tu corazón puerto magnífico,
Desata el nudo de la incomprensión de muchos
Demuestra que tu cielo escribe signos nuevos
Tierra de sílabas que desde ti no es otro pulso.
Sobre tus dunas hay otra identidad acaso incierta,
Lugar de bárbaros y de nobleza
Somos los pocos que cerca de ti
Jamás nos atrevemos a cercenar tu espalda.
Enciendo un cigarrillo en el café y veo la farsa
De los que “te quieren”.
A ellos les asfixia un cáncer estratégico,
Manejan el bisturí que les conviene,
Puerto,
La lengua adversa me hace daño a mí.
Y me pregunto si tu salud deteriorada
Es una cifra nada más, un código.
¡Eres tan abundane, has dado tanto!
¡No me resigno a que te vayas, quédate!
Mira, deja mostrarte mis anzuelos de óxido
¡Sobre tus escolleras, apresuradamente, mi corazón
Enciende rocas!..
En el café sonrío
Los peces son ahora de reposada luz, y casi mágicos.
Quédate Puerto,
No te vayas,
Tu red de sal insiste en escribir mi boca, quédate.
A veces voy al mar,
Como un festejo triste una gaviota canta de amor
Y busca barcos viejos,
Es como yo, antiguo, incierto.
Para volver a tu evidencia, pensando desquiciadamente
En un puñal.
Tus gritos de ciudad, como ganzúas,
Son otros verbos de licor como ataúdes.
No te vayas, Puerto,
Que aquí, dentro de mí
Enciendo lentamente
Tu fogata.
Luis Chávez Fócil.
Abre tu corazón puerto magnífico,
Desata el nudo de la incomprensión de muchos
Demuestra que tu cielo escribe signos nuevos
Tierra de sílabas que desde ti no es otro pulso.
Sobre tus dunas hay otra identidad acaso incierta,
Lugar de bárbaros y de nobleza
Somos los pocos que cerca de ti
Jamás nos atrevemos a cercenar tu espalda.
Enciendo un cigarrillo en el café y veo la farsa
De los que “te quieren”.
A ellos les asfixia un cáncer estratégico,
Manejan el bisturí que les conviene,
Puerto,
La lengua adversa me hace daño a mí.
Y me pregunto si tu salud deteriorada
Es una cifra nada más, un código.
¡Eres tan abundane, has dado tanto!
¡No me resigno a que te vayas, quédate!
Mira, deja mostrarte mis anzuelos de óxido
¡Sobre tus escolleras, apresuradamente, mi corazón
Enciende rocas!..
En el café sonrío
Los peces son ahora de reposada luz, y casi mágicos.
Quédate Puerto,
No te vayas,
Tu red de sal insiste en escribir mi boca, quédate.
A veces voy al mar,
Como un festejo triste una gaviota canta de amor
Y busca barcos viejos,
Es como yo, antiguo, incierto.
Para volver a tu evidencia, pensando desquiciadamente
En un puñal.
Tus gritos de ciudad, como ganzúas,
Son otros verbos de licor como ataúdes.
No te vayas, Puerto,
Que aquí, dentro de mí
Enciendo lentamente
Tu fogata.
Hola... me he suscrito buscando a Luis Chavez Fócil, le conozco de por allá por los 70's me gustaria mucho comunicarme con él, si alguien sabe como .... gracias!
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